sábado, 10 de noviembre de 2012


Fracaso de las Izquierdas, fracaso de las Derechas

23 abril 2006
Fuente Gran Combo Club
Escribe Silvio Rendon


Mi lectura dominguera también ha pasado por este artículo de Alberto Adrianzén M. con fecha sábado, 22 de abril de 2006, Bacanería” y pensamiento reaccionario. Es un artículo de respuesta al artículo de Fernando Rospiglios sobre El fracaso de las izquierdas. Por lo visto, hay diversos fuegos cruzados, como el Tapia, por un lado, y Diez Canseco y Moreno, por otro (aunque igual no es fácil agruparlos) sobre el apoyo a Humala, y seguramente vendrán varios más.
Adrianzén acusa a Rospigliosi, y en general a la derecha, de “bacanería”:

Sería bueno preguntarle a Fernando Rospigliosi, antiguo dirigente de la izquierda marxista y convertido hoy en propagandista oficioso de la candidatura de Lourdes Flores, si no se ha puesto a pensar que la ausencia de una izquierda, incluida la marxista, está asociada a la tragedia que cada cinco años vive la derecha (y, también, últimamente la izquierda) en este país.

Por eso lo que tenemos ahora son más bien unos “bacancitos” del pensamiento; unos simples “matones de esquina” con aires “apitucados”, que creen que con el insulto –expresión de un pensamiento abiertamente reaccionario– es posible ganar el debate político. Es el regreso al clima ideológico prevelasquista. Un verdadero arcaísmo en estos tiempos.
….
La “bacanería” y la “matonería periodística”, versiones ambas de un cierto “achoramiento pituco” y, además, reaccionario y antiliberal, poco ayuda en un país de “mestizos”, “cholos” e “indios”.
Dado el tono del artículo, parece ser que el autor está asao, molesto, picao. Acusa a Rospigliosi de tener algunos amigos que apoyaron a Fujimori, que se subieron “rápidamente al camión portatropa del autoritarismo fujimorista”. Too much, Alberto. Es un ataque personal que no da en el clavo. Tal vez me equivoque, pero no recuerdo a Rospigliosi apoyando a Fujimori. El que alguna gente de derechas sí haya apoyado a Fujimori no tiene por qué comprometer a Fernando pues.
Detrás de todos estos calificativos, sin embargo, la esencia de la respuesta de Adrianzén parece ser: “no sólo la izquierda fracasó. También la derecha”.

Es cierto que se puede alegar –y con mucha razón– que la derecha ha sacado muchos más votos que la izquierda (la diferencia es casi de veinte veces a su favor), pero para todo efecto práctico ni la derecha y mucho menos la izquierda gobernarán este país en los próximos cinco años. Y eso, finalmente, es lo que importa en política.
Es verdad, la derecha no la ha hecho. Augusto Álvarez en Flores para Lourdes nos comenta:

ahora que prácticamente está confirmado que -por segunda vez consecutiva- Lourdes Flores no estará en la segunda vuelta, lo más sencillo sería volver sobre los errores de su campaña, la composición de su plancha y lista parlamentaria o la carencia de mensajes precisos y con el contenido emocional que le permitieran concretar su aspiración de transformar la ira de la gente en un sentimiento de esperanza.
Probablemente eso sea verdad, como también la gran dificultad de las candidaturas percibidas -justa o injustamente- como de ‘derecha’ para ganar una elección durante el medio siglo pasado en un país crecientemente paupérrimo. Manuel Prado fue, en 1956, el último que lo consiguió.
Es decir, el último candidato con aura de derechas que ganó una elección parece haber sido Prado. Belaúnde en las dos elecciones que ganó no tuvo una percepción de derechas. Tan es así que recibió el apoyo de las izquierdas (si bien hay que tener en cuenta que en su primera elección contó con la ayudita de las fuerzas armadas). Fujimori fue un caso patético de engaño electoral, aceptado por el pueblo peruano: “soy el candidato del no-shock”.

Lo que dice Adrianzén es cierto. Ahí está Álvarez y el mismo Rospigliosi en ¿El pasado fue mejor? (tangencialmente, tal vez) comentándolo. El tema es que Flores puede no haber pasado a la segunda vuelta, pero tienen un apoyo, una organización, unas ideas que han recibido apoyo electoral. No es que eso en política no importe. La lógica de Adrianzén parece sugerir que en política sólo importa que gobiernes y si no gobiernas, da igual que saques 23% que 0.4%. Da igual no pasar la valla que no pasar a la segunda vuelta. Raro, ¿no?

Creo que tanto a las derechas, pero sobre todo a las izquierdas les tocará analizar con honestidad y calma las razones de su bajo apoyo electoral. Todos los países tienen sus izquierdas, centros y derechas. Son parte del sistema democrático y como ciudadanos nos interesa que mejore la calidad de las opciones políticas que tengamos. Obviamente que los problemas que aquejan a las izquierdas y derechas, como sus fracasos, son muy diferentes. Flores no pasa a la segunda vuelta por segunda vez, pero su tienda política está ahí, viva y coleando. Las izquierdas juntas no pasan la valla electoral, con lo que quedan fuera del congreso, y pasan a ser oposición extraparlamentaria, como la APO en Alemania de hace más de 30 años (como que la valla electoral viene de Alemania con la idea de impedir la fragmentación política que permitió que Hitler llegara al poder. En la postguerra esta valla impidió que las izquierdas, el partido comunista alemán, tuviera presencia en el congreso, al igual que las ultraderechas).

¿Qué harán ahora las izquierdas? ¿Apoyar a Humala? ¿Centrarse en el TLC? Queda por ver. Tal vez le toque pasar de la escena política a la escena social, donde podría tener más fuerzas.
Leo el artículo de Aldo Mariátegui Tigres de papel donde señala la baja votación de diversos sindicalistas, con lo que concluye que los sindicatos no representan a nadie:

Es decir, tanto la CGTP como el Sutep no son más que un par de pigmeos sobrevalorados que no tienen por qué recibir tanta atención mediática o gubernamental, pues simplemente no representan a nadie. Lo que pasa es que obtienen dicha atención ya sea por métodos violentos (marchas, huelgas, algaradas, cierre de carreteras, llantas quemadas, etc.) como por estar amarrados a algunas ONG, organizaciones internacionales, “partidos” minúsculos y lobbies locales de abogados laborales.
Es verdad que mediante las manifestaciones públicas las minorías pueden parecer mayorías, pero la inferencia del autor es completamente falaz. La representatividad de un sindicato no se mide por los votos que obtienen las personas que figuran en sus mesas directivas. Puede ocurrir que esos sindicatos tengan mucha influencia a nivel social. Sus afiliados no tienen por qué votar por quienes los dirigen cuando tienen diversas opciones, pero sí que apoyan a su sindicato.

Miremos sino las recientes protestas masivas en Francia, encabezadas por personas de izquierdas que políticamente no alcanzaron un gran apoyo electoral en las últimas elecciones. Los grupos de izquierdas en Francia, divididos ellos, no la hicieron, ninguno, en la primera vuelta y tuvieron que apoyar a Chirac contra Le Pen. Lo mismo podemos decir de Alemania, y Francia de hace 30 y algo años: Dutschke y Cohn-Bendit fueron, efectivamente, pigmeos electorales. Eran representaciones políticas de izquierda pequeñas, sobre todo en Alemania, pero con gran capacidad de movilización social.

En el caso de las derechas la cosa no es tan grave (en realidad, la comparación de Adrianzén no sirve de mucho). Queda por ver si entrarán en compromiso con García, pero habrá tiempo para comentarlo…

Dos izquierdistas alemanes: Rudi Dustchke y Daniel Cohn-BenditDirigentes de grupos políticos “pigmeos” que al no pasar la valla electoral pasaron a la oposición extraparlamentaria. Muy radicalizada, por cierto.

Manuel Prado Ugarteche.
Dos gobiernos: 1939 –1945 y 1956 – 1962.

El último con aura de derechas que ganó una elección en el Perú.
Lourdes Flores Nano.
Dos intentos fallidos de pasar a la segunta vuelta: 2001 y 2006
El aura de derechas no la ayudó
El Perú ha cambiado mucho desde Prado….