jueves, 18 de marzo de 2010


Intelectuales - académicos e influencia pública

Extraído del blog de Martín Tanaka "Virtú e Fortuna"
martes 25 de agosto de 2009

Después de la publicación de "La encuesta del poder" de Apoyo (Semana Económica, agosto 2009), encontré un intercambio de opiniones interesante sobre "los intelectuales - académicos con más poder en el Perú". A continuación las opiniones, después mi comentario:

DESDE EL TERCER PISO - GIMME THE POWER: A PROPOSITO DE LA ENCUESTA DE APOYO
Escrito por: Jose Alejandro Godoy 17 agosto 2009
Sobre el poder en el Perú
- Intelectuales Académicos: Siguen los mismos 3 desde hace años: Mario Vargas Llosa, Hernando de Soto y Julio Cotler. La pregunta es: ¿Se viene un relevo generacional? ¿Cuál es la percepción sobre intelectuales que tienen presencia mediática y académica como Martin Tanaka o Carlos Iván Degregori?

Roberto Bustamante - 18 Aug, 2009
1. Los intelectuales: Como señaló José Alejandro Godoy, llama la atención que los líderes de opinión hayan votado por Mario Vargas Llosa, Julio Cótler y Hernando de Soto como los intelectuales más influyentes. Los dos primeros corresponden a la generación de los 50s. Yo no estoy tan seguro que el asunto sea un recambio generacional. De los tres, Vargas Llosa y de Soto se mantienen en actividad. Solamente Vargas Llosa tiene una columna periódica, aunque no es exactamente un académico.

La semana pasada fue el encuentro bianual del Seminario Permanente de Investigaciones Agrarias (SEPIA) y a ojo de buen cubero, viendo las exposiciones, quienes han presentado textos de balance, el relevo generacional ha ocurrido hace mucho. La tesis de la “herencia colonial”, sostenida por Cótler ha sido criticada y ampliada por las distintas generaciones que le han seguido y ya no se le toma como una axioma para entender el Perú actual.

Que los actuales líderes de opinión convocados por Apoyo tengan como referentes a dos intelectuales de la generación del 50 y a Hernando de Soto, más bien debería preocuparnos. Tantas investigaciones y jóvenes columnistas en diarios y revistas, que vienen presentando ideas nuevas y refrescantes, producto muchas veces de estudios frescos y, estos no son tomados en cuenta
Las torres...
Aldo Mariátegui 18 de agosto de 2009
- De todos los análisis de esta predecible encuesta de Apoyo, me parece que el blogger Godoy pone el dedo justo en la llaga -en un tema al que nadie presta atención- cuando menciona que en el anexo "Intelectuales Académicos" siguen exactamente congelados los mismos tres respetables personajes desde hace muchísimos años: Mario Vargas Llosa, Hernando de Soto y Julio Cotler... ¿Qué sucede que no hay una renovación intelectual peruana desde los 80? Han emergido mil cosas en lo que va del siglo XXI, como el despoblamiento de nuestra Sierra, el problema del agua, China, internet, el narcotráfico, el Perú posfujimorista (un cambio similar al leguiismo), el chavismo, la UE, nuestro nuevo perfil demográfico, el posible acercamiento a Brasil y Colombia, el fin del eje Lima-La Paz-Buenos Aires, la decadencia de nuestra educación escolar y universitaria pública, el tribalismo indígena, el impacto del fin del consumismo yanqui, el auge del inglés, el experimento de la regionalización, etc... y nadie reflexiona nada vigorosamente nuevo desde El otro sendero, Clases, Estado y Nación en el Perú, Desborde popular y crisis del Estado y Buscando un Inca, o las apreciaciones liberales de MVLl sobre temas actuales. Hay quienes siguen hablando de JCM, Haya y V.A. Belaunde o del gobierno velasquista o de las violaciones de los derechos humanos durante la guerra antisubversiva (tema de moda en las últimas películas peruanas. Ya estamos como los españoles, que no salen de la Guerra Civil en su filmografía). Barnechea, Arellano, Tanaka, PPK y Meléndez intentan mirar un poco más allá y acá de nuestros ombligos, pero sus esfuerzos son muy ligeros, epidérmicos y "articulistas".
Bueno, varias cosas. Si medimos el poder de intelectuales o académicos peruanos en términos de su prestigio, influencia, dentro y fuera del país, sospecho que pasarán años, si no décadas, antes de que aparezcan figuras como Vargas Llosa o De Soto. El primero puede ser el primer y único peruano en ganar el premio nobel (esperemos), el segundo es ampliamente reconocido en los círculos económicos internacionales. Dentro del mundo académico de ciencias sociales me parece que hay más posibilidades de que aparezcan figuras que ocupen de algún modo el lugar de Cotler, quien es un "patriarca", ampliamente reconocido en los estudios latinoamericanos. Un "par" de Cotler sería Aníbal Quijano (generacionalmente, también ampliamente reconocido), pero acaso sus posiciones políticas más radicales lo han hecho menos influyente. Debajo de ellos, generacionalmente, pero a la par en términos de reconocimiento y prestigio, ubicaría a Carlos Iván Degregori. Hay muchos especialistas en muchas áreas con mucho prestigio, pero no me parece que su influencia sea comparable a los mencionados. Todo esto dicho de manera muy subjetiva e impresionista.

Sin embargo, como dice Bustamante, en términos de influencia en cuanto a ideas y planteamientos específicos, la cosa tiene matices. Distinguiría aportes académico-intelectuales de impacto en la opinión pública. Probablemente una entrevista u opiniones que den Vargas Llosa, Cotler o De Soto tendrán gran impacto: son personajes muy conocidos, respetados y, por lo tanto, influyentes. Esto a pesar de que, muy probablemente, la gran mayoría de críticos literarios, sociólogos, antropólogos, economistas, politólogos y quienes hacen estudios culturales no se sientan influenciados por el pensamiento de ninguno de ellos y tengan otros referentes en mente.

¿Por qué entonces no aparecen "nuevas figuras"? ¿Por qué, como dice Bustamante, "los actuales líderes de opinión convocados por Apoyo" no toman en cuenta "tantas investigaciones y jóvenes columnistas en diarios y revistas, que vienen presentando ideas nuevas y refrescantes, producto muchas veces de estudios frescos "? Creo que la razón principal se insinúa en el comentario de Mariátegui. Los intelectuales - académicos que han tenido influencia en los últimos años (aparte de los tres mencionados, José Matos, Alberto Flores, según Mariátegui; yo añadiría Pablo Macera en los 80), se caracterizan por haber presentado "visiones de síntesis", visiones globales de la sociedad peruana, de sus principales problemas y desafíos, de sus posibles soluciones, con la apuesta por algún actor o modelo; y que transmiten desde algún espacio de actuación pública. Podría decirse que en esto consiste dejar de ser un "académico" para ser un "intelectual".

Existen muchos académicos que son autoridades indiscutidas en temas específicos, tanto dentro de sus comunidades como para la opinión pública (digamos, Fernando Tuesta sobre temas electorales o Enrique Vásquez sobre políticas de combate a la pobreza, por mencionar solo dos ejemplos), pero no puede decirse que sean "intelectuales influyentes" en el sentido de Vargas Llosa, Cotler o De Soto. Quien podría acercarse a ellos en el mediano plazo es Degregori, que podría decirse tiene perfilada una visión del país alimentada de sus varios trabajos sobre Sendero Luminoso, la violencia política y otros temas, y que tuvo una intervención decisiva, ilustración de su compromiso público, en el trabajo de la CVR y la redacción de su informe final. Pero para ser más influyente le haría falta un gran libro de síntesis que junte todo lo que ha escrito, le dé una visión orgánica y marque una pauta de acción política.

Solo algunas ideas preliminares para aportar al debate, ciertamente "ligeras y epidérmicas" (trato de ser más profundo en mis artículos académicos y libros).

VER TAMBIÉN:
El poder de los intelectuales - Ocram

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